martes, 24 de noviembre de 2009

Diario de Viaje - Mendoza 2009



Superando Expectativas.

Una capacitación, trata en perfeccionar a una persona en su ámbito profesional. Así, con esa idea partimos rumbo a Potrerillos, provincia de Mendoza.
Siendo el 3ª año consecutivo en que la Escuela de Guardavidas Ciudad de Mar del Plata, arriba a las orillas del Río Mendoza; los nervios y la misma ansiedad de siempre se adueñan de profesores, instructores, alumnos y amigos.
Después de 16hs de viaje. Empiezan a asomarse las primeras montañas por las ventanillas del micro. Viendo esto, la imaginación de los que viajaban por primera vez, hizo sentir ese cosquilleo propio de no saber con lo que se iban a encontrar, ese miedo a lo desconocido... (Terrible cagaso).

Destino alcanzado.

En ese momento, fue una gran sorpresa el nivel de las instalaciones y de atención de Argentina Rafting, que rápidamente se convirtió en nuestro hogar. Sin poder llegar a digerir el viaje, los paisajes y luego de recién haber armado el campamento base, partimos al 1ª chapuzón de río.
Con chaleco y casco en mano, un “bebote” nos llevó a que pasiemos en balsas. Más tarde, esa noche se presentaron dos personajes (Carlos y Cristian), que nos interiorizaron a lo que veníamos y aprovecharon la oportunidad para asustarnos con lo que haríamos al otro día.
Segundo día, ya sin botes, llego la hora de cruzar y navegar el río nosotros mismos. Sensaciones encontradas, al notar lo diferentes a nuestro mar que ofrecía esa corriente de agua. Sin embargo, nadie se achicó y todos logramos pisar ambas orillas y sin usar ningún puente.
Tercer día, ya sabiendo y conociendo algo más el Río Mendoza. Nos toco aprender y practicar rescates y autorescates. Al parecer todo salió bien, el concejal se sigue llamando así y ningún pozo, hueco o piedra se llama “el mar platense”.
Cuarto día, nuestra típica exhibición de rescate. Esta vez en el dique, una pileta más fría que la de Osvaldo!!!.
Bueno, ahora si. Ni el frío, ni el cansancio, mucho menos cascos y chalecos impidieron que cada noche sea mágica. Cada uno a su manera supo disfrutar de ese maravilloso lugar. Donde conocidos y algunos no tanto, aprendieron a compartir y a disfrutar de todo esto, una capacitación diferente.

¿Porqué seguir un protocolo?

Después de lo experimentado en estos días, nos dimos cuenta que para ampliar nuestros conocimientos, una capacitación no necesariamente tiene que ser una reunión entre cuatro paredes. Un lugar, donde muchos escuchan y opinan, sobre lo que un “capacitado” dice desde un estrado. Eso no es lo que nos identifica.
No estamos para cubrirnos por columnas de cemento, sino que vivimos para estar al aire libre con la naturaleza. Una playa, una pileta, un río o un dique son maneras de adquirir un aprendizaje.
Llevar a la práctica lo enseñado, sentir el mismo aire desde profesores hasta alumnos. Mantener el respeto mutuo, pero también compartir una charla informal, una cena, una cerveza y un fogón, son cosas que lo da una capacitación diferente.
Donde el trabajo duro y el esfuerzo, serán los que guiarán a cada uno de nosotros para poder una y mil veces, como diría un conocido por todos: superar un día más a la muerte.


Gonzalo "Oso" Fulcos
Pablito Tempo

No hay comentarios:

Publicar un comentario